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Música de Cámara en Brasil.
Los seguidores de los movimientos musicales en Brasil, que toman nota incluso de los pequeños happenings en el mundo de la música de cámara, tienden a pensar que se ha hecho muy poco en el pasado para implantar entre nosotros el gusto de musical más estricto.
Hace más de sesenta años, en la última década del Imperio, Kinsman Benjamin, un ilustre aficionado, fundó el "Club Beethoven", en Río de Janeiro, y su cuarteto permanente, fue el primero en dar a conocer el repertorio clásico y romántico a los miembros del club. El fervor misionero de estos pioneros puede ser medido por su norma, grabada en piedra, contra la membresía del molesto género femenino... una regla de vida muy efímera, como vemos.
Este club perduró siete años, patrocinó ciento treinta y seis conciertos de música de cámara (un promedio superior a la veintena anual) y feneció con la Monarquía Brasileña.
Del mismo periodo fue la "Sociedad de Conciertos Clásicos", creada por José White, un violinista cubano y favorito de la Princesa Isabel. White dirigió su propio cuarteto a la vez que conciertos sinfónicos. La Orquesta atrajo a público numeroso, sin embargo, los conciertos de música de cámara tenían unos asistentes reclutados entre el grupo más elitista de la sociedad de su tiempo.
Coincidiendo con estas iniciativas, en la capital Río de Janeiro, bajo el liderazgo de Alexander Levy -cuyas actividades también giraban en torno a un cuarteto de cuerda-, comenzó en São Paulo el "Haydn Club", que desapareció después de cuatro años fructíferos, al igual que la "Sociedad del Cuarteto Paulistano", que corrió con suerte similar.
El arte aristocrático parecía haberse ido al exilio con la llegada de la República.
Pasaron años antes de que alguien se decidiera a seguir los ejemplos de Benjamín, White y Levy. Finalmente, en 1912, Chiaffiteli restablece tan modesta tradición con su "Sociedad de Conciertos de Música de Cámara". Simultáneamente se desarrolló la "Sociedad Cultura de Musica" que desaparecería prematuramente.
Dos grupos llegaron a ser famosos por una serie de conciertos para Trío (piano, violín y cello), el Trío Barrozo Netto, Milano y Alfredo de Games; y, el Trío Brasileño (María Amélia Rezende, Martins, Paulina D´Ambrosio y Alfredo Games). Dos sociedades fueron fundadas recientemente: la "Sociedad Cuarteto" y la "Sociedad Música de Cámara", ambas dan conciertos mensualmente. La primera fue formada desde el Cuarteto Jacobino y la segunda desde el Cuarteto Borgerth con la colaboración de un quinteto de instrumentos de viento.
En São Paulo, el Departamento Municipal de Cultura mantiene un trío y un cuarteto.
Un grupo nuevo, el Cuarteto Río de Janeiro, organizado por Anselmo ZlatopoIsky, que fuera primer violín en el Cuarteto de São Paulo, este año (1946) presentó una serie de Música Panamericana realizada por el Instituto Interamericano de Musicología, en colaboración con la Escuela Nacional de Música y la Embajada de Estados Unidos.
A pesar de la carencia de grupos de cámara y sus sociedades que se observa en Brasil, los compositores brasileños han trabajado durante muchos años para suministrar una buena selección de obras para aquellos a los que les interesase.
Fragmento de Arnaldo Estrela, "Música de câmara no Brasil," publicada en el volúmen 6 del Latin American Music Bulletin (Boletín latinoamericano de música, April 1946).
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